Teatro del ridículo

Hace algunos días me animé por fin a ir a la presentación que tienen los alumnos del CEMA con motivo del fin de semestre.

Nunca esperé que fueran tan malos. Bueno tenemos que disculpar un poco la actuación, son niños de 16 a 18 años, no se les puede exiguir tanto, o sí?

El gran problema se encontraba en la dirección, la maestra encargada de la compañía de teatro, es una mujer que no tiene la calidad y el conocimiento, mucho menos el talento, es egresada de la misma institución. El CEMA debe restructurar su carrera de teatro o cerrarla.

La maestra se atrevió a poner en escena, o mejor dicho, montar una obra que ella escribió, patética y nefasta.

Lo único que logran los directivos con esas muestras es hacer que los pocos alumnos sean exhibidos y ridiculizados.

Máscaras de pachorra

La pachorra es una manera de ser, se da con mucha regularidad cuando la persona se acomoda en un momento de la vida de gran monotonía, se llega a ese estado, cuando la hueva o flojera puede más que el impetu creador. Cuando la pachorra afecta a un artista, la obra es mala, pintura, novela, poesía, pero si el artista es un hombre de teatro, su pachorra afecta a los actores, los técnicos, el público.

La pachorra se apoderó de Blanco Gil hace buen tiempo y su puesta en escena está de pachorra.